Perder un trabajo implica una gran carga psicológica, sobre todo en estos tiempos en los que hay más de cinco millones de personas en la misma situación. Una situación dramática a la que tenemos que intentar hacer frente de la mejor manera posible, para que no nos supere. El despido es una de las situaciones más estresantes a las que nos enfrentamos, y suele traer consigo muchos pensamientos negativos. Cuanto más inesperado sea, más fuerte es el mazazo a nuestra psicología y a nuestra autoestima, ya que hoy en día tener un empleo no sólo significa asegurarnos de cubrir unas necesidades básicas, sino que también representa un reconocimiento personal y una imagen sobre uno mismo que puede verse muy deteriorada cuando nos despiden.

Afrontar el desempleo - CUALIFICA2Sin embargo, a pesar del pesimismo que implicará tener que buscar un nuevo empleo y la frustración de quizá no conseguirlo en un tiempo, hay que orientarse hacia ciertos aspectos para afrontarlo y no hundirnos del todo. Para ello es importante mantener la mente ocupada durante el tiempo en que buscamos un nuevo trabajo. Esto puede conseguirse planificando tareas semanales, elaborando listas de documentos necesarios para solicitar empleo, centrarnos en las fórmulas para conseguir el éxito en una futura entrevista a través de ensayos, intentando ver cuáles son nuestros puntos fuertes y compensando los que no lo son tanto.

En resumen, no hay que dejarse llevar por el dolor inevitable e inicial que supondrá la pérdida del empleo, sino centrarnos en el estado de ánimo que vendrá después, uno mucho más racional, en el que seremos capaces de pensar y organizarnos para intentar salir adelante. Podemos acudir a asesores laborales y sobre todo potenciar actitudes positivas ya que muchas veces una actitud negativa hacia la entrevista para un nuevo empleo, puede hacer que lo perdamos. Esto, por tanto, no implica que nos saltemos el paso de desahogarnos y soltar nuestras emociones, sino que la superemos, para comenzar una frase más racional en la que examinar nuestras propias capacidades y centrar la búsqueda de un nuevo empleo en pensamientos positivos. Estas actitudes positivas pueden ser:

  • Centrarnos en nuestras cualidades positivas: aquello que se nos da bien, nuestros pequeños logros, así como los aspectos buenos de nuestras vidas.
  • No compararnos con nadie: esto sólo nos llevará a sentirnos infelices e insatisfechos y creer que somos inferiores, cuando cada persona es única. Evitar fijarnos en qué tienen los demás que nosotros no, nos evitará muchos pensamientos negativos y, por tanto, no diezmará nuestra actitud a la hora de enfrentarnos a una futura entrevista.
  • Actualiza tu currículum: habla no sólo del tiempo que llevas trabajando en la empresa de la que te acaban de despedir, sino también de los logros que has conseguido durante el tiempo trabajando ahí, las cosas que has aprendido o los aspectos positivos de tu puesto de trabajo.
  • Para que te valoren, te tienes que valorar: si nosotros mismos no somos capaces de ver el valor que tenemos para un futuro empleo, nadie lo verá. Tenemos que creer que podemos hacerlo y ponernos a ello, no evitando los momentos de frustración, sino superándolos.
  • Seguir formándonos: el desempleo puede ser una buena ocasión para seguir formándonos y especializarnos en un área determinada. Esto nos permitirá ampliar el abanico de posibilidades en la búsqueda de empleo.