Desde que comenzó la crisis uno de los conceptos que empezaron a sonar con fuerza fue “fuga de cerebros”. Jóvenes -o no tan jóvenes- con talento que se veían obligados a marcharse fuera de España por no encontrar en su país oportunidades de empleo.Falta de empleo e inmigración juvenil - CUALIFICA2

¿Es esta “fuga de cerebros” real o una leyenda urbana más? Juan Carlos Izpisúa, científico español de gran prestigio internacional, dimitía hace pocos días como director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona por falta de medios.

Los datos son incontestables: desde que empezó la crisis, sobre 2008, ha aumentado en un 41% el número de jóvenes españoles que se han visto obligados a irse al extranjero a buscar oportunidades laborales, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Esta supuesta fuga de talento se ha visto incentivada por países como Alemania, que el pasado año comenzó a aplicar medidas de estímulo para atraer y facilitar la integración de perfiles profesionales necesarios para su desarrollo económico. Junto con estas medidas tomó otras encaminadas a disuadir a posibles inmigrantes cuyo perfil no se ajustase a las necesidades del país.

Según la macroencuesta del Instituto para la Sociedad y las Comunicaciones de Vodafone, realizada en seis de los países más importantes de Europa (Reino Unido, Alemania, Italia, Holando, República Checa y España) a más de 6.000 jóvenes de entre 18 y 30 años, los jóvenes españoles se encuentran entre los más pesimistas de Europa: más de las mitad –seis de cada diez- planean emigrar a otros países en busca de trabajo, ante la imposibilidad de encontrar empleo en España.

Los datos se agravan cuando se les pregunta sobre su confianza en encontrar un empleo acorde a su capacitación. Tan solo el 40% de los sondeados españoles piensan que encontrarán un trabajo relacionado con su formación o su experiencia laboral, en caso de que la tengan.