El pasado lunes, 9 de mayo, al consultar la publicación de las 34 nuevas Cualificaciones Profesionales quedamos gratamente sorprendidos al constatar que la familia profesional de Servicios Sociocomunitarios se veía acrecentada con tres nuevas cualificaciones, tres nuevas cualificaciones “de jóvenes y para jóvenes”. En efecto, el Real Decreto 567/2011, de 20 de abril, establecía tres cualificaciones profesionales vinculadas a la educación no formal de niños y jóvenes:

  • SSC564_2  – Dinamización de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil
  • SSC565_3  – Dirección y coordinación de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil

"Como agua de mayo": 3 Cualificaciones Profesionales de jóvenes y para jóvenes - CUALIFICA

En estos días en los que proliferan tantas noticias en relación al bajo nivel de inserción laboral de las generaciones más jóvenes, la noticia de la existencia de estas nuevas cualificaciones profesionales hemos de acogerla como “agua de mayo”, tan agradecida en los campos, y tan necesaria en este terreno desolador generado por la crisis económica y el consiguiente incremento de las cifras de desempleados, especialmente jóvenes.

No debemos pasar de largo este acontecimiento por las implicaciones que tiene para el ámbito de la gestión educativa del ocio y tiempo libre y para tantos jóvenes que dedican su tiempo de ocio y vacaciones a realizar dicha dinamización e información.

En estos últimos años se ha tomado conciencia del valor educativo que posee el tiempo libre y el ocio. Dicha concienciación ha estado unida a la revalorización de los ámbitos no formales de educación, de los aprendizajes no formales y a la búsqueda de la necesaria complementariedad que debe existir entre los ámbitos educativos que confluyen en la vida de una persona (familia, escuela, sociedad), superando concepciones reduccionistas que responden a torpes confrontaciones entre los distintos ámbitos educativos. La publicación de estas cualificaciones pone en evidencia la necesaria profesionalización y capacitación que debe existir en cualquier labor educativa, sea en ámbito formal o no, vinculada a la gestión del ocio y del tiempo libre de la infancia y la juventud. Repasando las distintas unidades de competencia se constata las posibilidades formativas que encierran y el nuevo horizonte profesionalizador que abren.

Pero, a su vez, la publicación de estas cualificaciones tiene otras implicaciones. De ellas surgirán los certificados de profesionalidad respectivos que generarán los distintos procesos de acreditación de la experiencia profesional, y los itinerarios formativos capacitadores. Y creemos que es un deber de justicia social que un joven o una joven que han dedicado tantas horas a la dinamización y gestión educativa del ocio y del tiempo libre, con frecuencia de forma desinteresada, puedan acreditar la experiencia y mostrar, ante cualquier proceso de selección, o simplemente en su mismo curriculum, una serie de competencias adquiridas en su trabajo en este ámbito.

En medio de tantas noticias negativas, esta nos llega como “agua de mayo” por las implicaciones que posee de cara a la empleabilidad de los/as jóvenes. Ojalá sirva para seguir avanzando en la profesionalización de la gestión educativa del ocio y del tiempo libre y para reconocer la labor de tantos jóvenes en este ámbito educativo no formal.